Museum of Failure : Así es el delirante museo que recoge los fracasos de las marcas
En el mundo de los museos hay unas cuantas aportaciones que van un poco más allá de lo curioso. Son casi antimuseos, en Suecia se encuentra el antimuseo del mundo de los negocios: es el que recoge los fracasos de las marcas y de las empresas.
El museo es una curiosidad, cierto, pero también puede servir para comprender mejor el mercado y para aprender unas ciertas lecciones en términos de marketing y estrategia. “Los marketeros pueden aprender un montón del museo”, asegura su creador. Así, por ejemplo, están los casos de marcas que salen de su zona de confort sin calcular las consecuencias, como Colgate lanzando comida congelada o un fabricante de armas sueco que pensó que era una buena idea entrar en el negocio de la pasta de dientes. También hay lecciones “sutiles”, como pensar que ser el primero es siempre lo mejor.
Y, sobre todo, viendo todo esto se puede comprender que, se haga lo que se haga y lo vendan como lo venda, el fracaso es un elemento más en el camino hacia lo nuevo. Como apunta el responsable del museo, “la innovación requiere fracaso”. Para encontrar nuevas vías y para lanzar nuevos productos, resulta inevitable cometer errores en algún momento.