Los Publicistas deberían preguntarse dónde están realmente los ojos de los usuarios y consumidores
La publicidad es una herramienta muy poderosa para hacer que los mensajes de la marca lleguen a los consumidores. Lo ha sido durante décadas y siglos, lo que ha hecho que las empresas la hayan convertido en un elemento destacado y fundamental de su estrategia. Pero que se haya apostado por la publicidad y se siga apostando por ella no soluciona todos los problemas y no elimina de un plumazo todas las tensiones que pueden existir en el mercado, que existen. Ahora mismo, en pleno cambio de modelo en lo que a comunicación se refiere, el gran problema está en comprender qué es lo que están mirando ahora los consumidores. ¿Cuáles son realmente los medios de comunicación y los soportes publicitarios que los consumidores están recibiendo?
Tradicionalmente, o al menos durante las últimas décadas, los medios de comunicación eran la llave para llegar al consumidor. La tele tenía audiencias millonarias, así que había que comprar anuncios en sus pausas clave y así llegar a los consumidores con los mensajes. Estos anuncios jugaban además con ciertos recursos, como repetir ciertos mensajes pegadizos que, dado que no se podían ver otras cosas y no había mucho más que robase nuestra atención, acababan calando. A esta publicidad se le sumaban campañas en la prensa diaria y en las revistas, algún mensaje en otros medios y mensajes en exteriores.
Pero ahora el modelo ya no funciona. Ya no solo se trata de que las audiencias han migrado a otros pastos, sino que esos pastos han impuesto un tipo de alimentación que ellos no son capaces de soportar. Internet ha acostumbrado a los anunciantes a recibir mucha información sobre lo que ocurre con los anuncios, a partir igualmente de muchos datos y a poder segmentar a niveles que los medios tradicionales no permiten. Para los jugadores de siempre, competir con eso se ha convertido en algo complicado.